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Acuérdate de mí |
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Cuando tiendas tu vista por las cumbres de esas sombrías y gigantes sierras, que estas tierras separan de esas tierras, acuérdate de mí; que yo también, cuando los ojos fijo en esas altas moles silenciosas, me paro a meditar en muchas cosas… ¡y a recordarte a tí! Cuando hondas ansias de llorar te ahoguen, cuando la pena acobardarte quiera, resígnate al dolor con alma entera ¡y acuérdate de mí!, que yo también cuando en el alma siento algo que se me sube a la garganta, ¡sé resignarme con paciencia tanta, que te admirara a ti! |
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