Acuérdate de mí

 

   Cuando tiendas tu vista por las cumbres

de esas sombrías y gigantes sierras,

que estas tierras separan de esas tierras,

                acuérdate de mí;

que yo también, cuando los ojos fijo

en esas altas moles silenciosas,

me paro a meditar en muchas cosas…

               ¡y a recordarte a tí!

   Cuando hondas ansias de llorar te ahoguen,

cuando la pena acobardarte quiera,

resígnate al dolor con alma entera

              ¡y acuérdate de mí!,

que yo también cuando en el alma siento

algo que se me sube a la garganta,

¡sé resignarme con paciencia tanta,

              que te admirara a ti!

 

Volver a vuestras aportaciones